Terminó la temporada de huracanes 2010: Una de las más activas

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NEW YORK, 2 de diciembre de 2010 — La temporada de huracanes del Atlántico, que oficialmente terminó esta semana (el 30 de noviembre), muestra una actividad ciclónica por encima del promedio pero que impactó muy poco a los asegurados y aseguradoras de los Estados Unidos puesto que ninguno de estos huracanes hizo entrada en el país, indicó el Insurance Information Institute (I.I.I.).

Los Estados Unidos no se vieron afectados en 2010 por huracanes, excepto por Earl que en septiembre pasó rozando la costa Este del país”, dijo Elianne E. González, portavoz del I.I.I. “En contraste esta ha sido una temporada devastadora para México, Centro América y varios países del Caribe con muertes y enormes daños que causaron en un sitio u otro los huracanes Alex y Karl y las tormentas tropicales Hermine, Matthew y Nicole.”
 
Según el estimado de Munich Re, el huracán Karl causó 23 muertos y pérdidas económicas de $3.900 millones cuando afectó México a mediados de septiembre, convirtiéndose en el desastre natural más destacado de la temporada de 2010.
 
La temporada promedio del atlántico produce unas 11 tormentas bautizadas de las cuales seis se suelen convertir en huracanes (tormentas tropicales con vientos sostenidos de más de 74 millas por hora) y al menos dos huracanes de gran magnitud o tormentas en las que los vientos superan las 111 millas por hora o más y que se les considera huracanes de magnitud 3, 4 y 5.
 
La Oficina Nacional de Servicios Oceánicos y Atmosféricos (The National Oceanic and Atmospheric Administration -NOAA) anunció al principio de la semana que entre el 1 de junio y el 30 de noviembre de 2010 se formaron 19 tormentas en la zona del Atlántico que recibieron nombres. De éstas, 12 llegaron a ser huracanes colocando a la temporada de 2010 en empate con la de 1969 por el segundo lugar en la jerarquía de cantidad de tormentas desde que se llevan los archivos al respecto.
 
Si se analizan los resultados de NOAA aún más, cinco de esos 12 huracanes fueron tormentas de gran magnitud y estos fueron los huracanes Danielle, Earl, Igor, Julia y Karl. Las tormentas tropicales, que son precursores de los huracanes, suelen ser más prontas a formarse en septiembre en la región Atlántica, comparadas con cualquier otro mes de la temporada, y todos los huracanes de magnitud de este año, excepto por Danielle, se originaron y disiparon en Septiembre.
 
Del mismo modo, muy temprano en la temporada se formó en el Caribe el huracán Alex, el primer huracán en formarse en el mes de junio desde 1995 y el primero de categoría 2 de formarse en junio desde 1966. Esta tormenta entró en la región de Belice como una tormenta tropical.
 
La perspectiva histórica es importante. Las ganancias de la industria de seguros de accidentes y de propiedad de los Estados Unidos como en cualquier otra industria dependen de qué influye en los mercados a largo plazo. Un sólo huracán o una serie de huracanes o desastres naturales que afecten en un corto período puede borrar las ganancias de varios años, o inclusive de toda una década, de un solo golpe para las aseguradoras.
 
Las aseguradoras están obligadas a prepararse para pagar por este tipo de eventos, al margen de cómo estén las condiciones económicas actuales. Esto explica en parte porque las aseguradoras están forzadas a seguir reduciendo su exposición a los riesgos en áreas como las costeras de los Estados Unidos que son propensas a sufrir daños por huracanes.
 
Los daños que el viento de los huracanes causa están incluidos en la cobertura de una póliza estándar de seguros de propietarios  (homeowners insurance), o de una póliza para un negocio (business insurance), pero en ambos casos está sujeta a un deducible, típicamente expresado en porcentajes del total del valor de cobertura de la misma, y que se conoce como deducible de huracanes (windstorm deductible). Los daños que sufren los autos por el viento o tormentas están incluidos en la porción de seguro extensivo (para otros daños diferentes a los de choques) del vehículo, o lo que se conoce en inglés como la porción “comprehensive” del seguro de autos, cobertura que es opcional por lo que los consumidores pueden tenerla o no.
 
La cobertura de los daños causados por inundaciones está excluida del seguro de propietarios estándar, de las pólizas para inquilinos y de las pólizas para negocios. Pero sí hay pólizas separadas que se pueden comprar y obtener la protección a través del gobierno federal como el Programa Nacional de Seguros de Inundación (National Flood Insurance Program -NFIP), que es a su vez servido por las aseguradoras privadas, y por pólizas emitidas por algunas aseguradoras particulares que se especializan en este tipo de seguro. Las pólizas de seguro contra inundaciones nuevas tienen un período de espera de 30 días entre que se obtienen y éstas entran en vigencia.
 
Aquí hay algunos recursos del I.I.I. de apoyo e investigación (en inglés) sobre huracanes, los seguros y otros asuntos relacionados:

ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN 

HECHOS Y ESTADÍSTICAS

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